La Sala de Iniciación de Eleusis

“La Sala de Iniciación de Eleusis”, extraído de:  ROBERTSON, D.S.: Arquitectura griega y romana, Madrid: Cátedra, 2ª ed., 1983, pp.168-172

“Podemos pasar a continuación a estudiar una interesante serie de estructuras cubiertas que guardan un parecido general con el lugar de reuniones al aire libre, o con el teatro descubierto. La más antigua parece ser la segunda forma del Telesterion o Sala de Iniciación, en Eleusis, levantada cerca del final de la tiranía de los Pisistrátidas, en la segunda mitad del siglo VI a. C. Se trataba quizá del primer edificio griego diseñado para acoger bajo un techo a un amplio número de personas reunidas para ver y escuchar algo que allí se representaba; la necesidad del secreto en los Misterios fue, sin duda, la causa de tan importante innovación. El procedimiento seguido para las cubiertas cuenta con paralelos egipcios y persas. De principio a fin, el Telesterion consistía en una sala rectangular, casi cuadrada, con asientos a lo largo de sus muros, y con la techumbre soportada por un bosque de columnas levantadas en las intersecciones de unas imaginarias líneas paralelas a los cuatro lados. La figura 1 muestra el plano de los restos que nos han llegado, con la forma más reciente impresa en negro más intenso. La parte superior del plano coincide aproximadamente con el oeste; aquí el suelo se vuelve escarpado y es una masa de sólida roca. El edificio de los Pisistrátidas puede verse en la esquina nordeste; sus muros están dibujados en contorno, y la posición de sus columnas como cuadrados en blanco. El interior en esta fase medía 25 metros por lado aproximadamente, y había 25 columnas interiores en hileras de a cinco, jónicas, probablemente, que alcanzaban las vigas del techo. Las tejas eran de mármol y la iluminación central, como lo fue sin duda más tarde. Tenía un pórtico próstilo en estilo dórico, quizá de nueve columnas, a lo largo de toda la fachada este. Este edificio fue dañado, aunque no destruido, por los persas, y tras algunos años se inició un nuevo y mucho más amplio proyecto, quizá por Cimón, lo que requería un gran desmonte de roca al oeste. Debería haber tenido 49 columnas interiores (siete por siete), pero nunca se completó el plano, debido quizá a la caída

Figura 74. Telesterion, Eleusis; planta general de los restos subsiguientes (el norte a la derecha, aproximadamente)

de Cimón en el 461 a. C. Ya estaban dispuestos los emplazamientos para las tres hileras de columnas del norte, así como para tres columnas en la esquina sudoeste, 24 columnas en total; de ellas, 18 pueden verse en la figura 74, donde aparecen representadas como círculos en blanco, algunas dentro de cuadrados en blanco. En esta fase, algún tipo de estructura provisional debía reemplazar al edificio pisistrátida. Pericles reemprendió el plan de Cimón, y se lo encarg6 a Ictino, quien seguramente acababa de terminar el Partenón. Parece que éste aceptó el esquema de Cimón para los muros externos e introdujo una nueva y

Fig.75. Telesterion, Eleusis; planta del proyecto de Ictino, reconstruido conjeturalmente

atrevida disposición interior, reduciendo a 20 el número de sus columnas, en cinco hileras de a cuatro. Diseñó así mismo un pteron externo, igual de alto que el propio edificio, y en todos sus lados, salvo el del oeste. En la figura 74, la posición de las ocho columnas más meridionales, las únicas que estaban listas, aparecen como cuadrados en blanco, y los únicos tramos del pteron que permanecen en la actualidad, al nordeste y sudeste, aparecen también en blanco; pero será conveniente mirar las figuras 75 y 76, que ofrecen la brillante reconstrucción que Noack hace de este gran complejo, abandonado, como el precedente, en el momento en que cayeron los políticos que lo apoyaban. Al oeste se extendía una terraza tallada en la roca, tal como Cimón quizá lo había ya planeado, y a lo largo de su límite occidental se levantaba probablemente un muro con ventanas que giraría hacia el este en

Fig.76. Telesterion, Eleusis; proyecto de Ictino, conjeturalmente reconstruido. (a) arriba: sección este-oeste, con indicación adicional del proyecto en realidad terminado, incluyendo el pórtico de Filón. (b) abajo: sección norte-sur, con indicación adicional de la mitad de la derecha (norte) del proyecto de cubierta que se llegó a realizar, así como de una de las columnas interiores posteriores (x). Bajo cada figura se ofrece una comparación entre los intercolumnios del proyecto de Ictino y el anterior, de Cimón, con las medidas interaxiales.

sus dos extremo para terminar en unas antas en línea con las columnas del pteron; entre estos muros y la sala, un amplio tramo de escaleras a cada lado conduciría a la terraza. Aunque la disposición de las cubiertas es, como es lógico, conjetural, el esquema de Noack es plausible; supone que el tejado debió ser piramidal y que el rectángulo central (anactoron), iluminado desde arriba por tejas perforadas, debía quedar aislado por unas cortinas corridas normalmente, y abiertas y temporalmente cerradas antes de la celebración de los Misterios. Los dramas rituales, como la persecución de Perséfone, se desarrollarían probablemente a la luz de las antorchas en el espacio que rodea al anactoron, siendo el clímax un torrente de luz del amanecer procedente del repentinamente descorrido centro. Hay que añadir que los asientos serían tan estrechos que los espectadores debían permanecer en pie sobre ellos, y que probablemente habría galerías de madera sobre los asientos de la planta baja. A la caída de Pericles la obra fue aparentemente encomendada a tres nuevos arquitectos, mencionados por Plutarco, que la recondujeron a las líneas generales del proyecto de Cimón. Su plano se conservó cuando el Telesterion fue reconstruido tras un incendio en el siglo II de nuestra era, que dejó sin dañar partes del muro externo. Aparece en negro en la figura 74. Abandonaron el pteron exterior, dotaron al edificio de una cubierta normal a dos aguas con el caballete de este a oeste, y levantaron 42 columnas (siete por seis) en su interior; prolongaron además la sala hacia el oeste mediante un nuevo desmonte en la roca. Las dimensiones internas eran ahora alrededor de 52 metros por lado. La disposición del tejado y la iluminación se mantuvieron con las necesarias modificaciones. La “linterna”, central (opaion) de este esquema se menciona en Plutarco (Pericles, 13). En torno a la mitad del siglo IV a. C. se comenzó un amplio pórtico dórico de doce columnas –planeado primero para trece-, con una más a cada lado; lo terminó más tarde Filón de Eleusis en el mismo siglo, y sobrevivió a la restauración romana, aunque las columnas nunca se llegaron a estriar del todo. Los arquitrabes interiores debieron ser siempre de madera.”


La Sala de Iniciación de Eleusis

Extraído de:  ROBERTSON, D.S.: Arquitectura griega y romana, Ed. Cátedra, 2ª ed., Madrid, 1983, pp.168-172


Revista El Mercurio

Última revisión: 30 de agosto de 2001

Las modalidades chamánicas del alto Amazonas

La próxima semana empieza el 56 Congreso Internacional de Americanistas, que se celebrará en Salamanca. Allí estaré hablando de «Las modalidades chamánicas del alto Amazonas», dentro del Grupo de Trabajo «Universalidad y particularismos en los sistemas chamánicos de los pueblos amerindios».

Resumen de mi presentación: A partir del trabajo de campo estudiando el uso de la ayahuasca en contextos ceremoniales, tanto en España como en Perú, Ecuador y Brasil, trato de caracterizar las prácticas chamánicas del alto Amazonas en tres modalidades: indígena u originaria, mestiza o vegetalista, y religiosa. Estas modalidades pueden describirse siguiendo un orden cronológico, es decir, cómo de un chamanismo originario de origen prehispánico, cuyos primeros testimonios aparecen en Brasil en las obras de misioneros jesuitas en el siglo XVIII, «deriva» un chamanismo practicado por una población mestiza que empieza a configurarse en la segunda mitad del siglo XIX, para dar lugar finalmente a un chamanismo religioso que aparece a partir de los años 1930. Esta ordenación temporal no implica un proceso evolutivo: si las modalidades mestiza y religiosa pueden entenderse como prácticas que emergen de un tronco común indígena, cada modalidad tiene su propio carácter, su propio ethos, que la hace más o menos receptiva a determinados tipos de influencias, lo que permite entender mejor las transformaciones que experimenta cada una de estas modalidades cuando se dan en contextos socioculturales distintos a su contexto de origen, como en España, o cuando en su lugar de origen se ven expuestas a la influencia de lo que ha venido en llamarse «turismo ayahuasquero». Por tanto, el objetivo de esta comunicación es tratar de dilucidar las principales semejanzas y diferencias entre estas modalidades para tratar de arrojar algo de luz acerca de los sistemas chamánicos de los pueblos amerindios.

AYA2016 | 17-22 OCTUBRE. RÍO BRANCO, BRASIL

El programa del foro principal del II Congreso Internacional de Ayahuasca en Rio Branco ya está publicado aquí. El presidente de la Asociación Eleusis, Santiago López Pavillard, participa en la mesa titulada “LOS USOS CONTEMPORÁNEOS DE LA AYAHUASCA. REINVENCIONES Y CONTROVERSIAS“, junto con Enio Staub, Esther Jean Langdon y Josep Maria Fericgla.

Santiago López-Pavillard

Santiago López-Pavillard es antropólogo cultural, doctor por la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente coordina el Grupo Temático Antropología de la Religión y la Espiritualidad (ARESIMA) del Instituto Madrileño de Antropología. También es miembro fundador y secretario de la Plataforma para la Defensa de la Ayahuasca (PDA), conocida como la “Plantaforma”, una organización sin ánimo de lucro surgida de la alianza de las diferentes líneas ayahuasqueras que trabajan con la planta en España. Trabaja desde 1985 como documentalista en Televisión Española (TVE). Ha realizado trabajo de campo en España, Perú y Ecuador.

Enio Staub es periodista y cineasta. Es fundador y director de la Ecovila São José en Florianópolis, Santa Catarina, afiliada a ICEFLU (Iglesia de Culto Ecléctico de Fluente de Luz Universal, Patrono Sebastião Mota de Melo), y al Fuego Sagrado de Itzachilatlan de Brasil. En los últimos trece años ha hecho varias alianzas espirituales con los pueblos tradicionales de Brasil, América Latina y África.

Esther Jean Langdon era profesora titular de la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC) hasta 2014, cuando se jubiló. Obtuvo su doctorado en la Universidad de Tulane (EEUU) en 1974. El foco de sus investigaciones doctorales trata sobre el chamanismo y la relación entre cosmología, enfermedad y prácticas cotidianas entre los Siona de Colombia. Trabaja en el Brasil desde 1983, donde ha continuado cultivando sus intereses en chamanismo, ritual y narrativa. También ha trabajadado con la política de salud indígena en el Brasil. Es investigadora del CNPq (1B) y Coordinadora del Instituto Nacional de Pesquisa Brasil Plural. Ha publicado 6 libros y cuenta con más que 150 artículos publicados en revistas y libros de América Latina, los Estados Unidos y Europa.

Josep Maria Fericgla es licenciado en Geografía e Historia y Doctor en Antropología  cultural por la Universitat de Barcelona (UB). También cursó estudios superiores de Psicología, Música y Arte dramático. Especialista en Antropología cognitiva, Etnomusicología, Etnopsicología, Chamanismos, Estados de consciencia expandida y en Antropología de la vejez. Ha realizado estudios de campo en el Kurdistán turco, en el Magreb marroquí, en Catalunya y, desde 1991 hasta 2009, en la Alta Amazonia ecuatoriana. Ha sido profesor permanente en la Universidad de Salamanca y en la de Barcelona. Es fundador y director de la Societat d’Etnopsicologia Aplicada (Sd’EA) y preside la Fundación Josep Mª Fericgla.

Información para inscribirse en el Congreso aquí.